UNA RECOGEPELOTAS, FULMINADA EN EL PARTIDO DE MEDVEDEV EN MIAMI

Daniil Medvedev selló la madrugada del jueves su pase a las semifinales del Miami Open. El ruso, vigente campeón, se impuso por 6-2, 7-6(7) al chileno Nicolás Jarry en un partido que controló sin demasiados problemas y que tuvo un momento curioso antes de comenzar.

Los dos jugadores estaban completando el calentamiento cuando uno de los servicios de Jarry golpeó a una de las recogepelotas. La chica resbaló cuando vio que la bola le venía al cuerpo, con la mala suerte de que al caer acabó recibiendo el impacto.  

Una desafortunada acción que, por suerte, se saldó sin mayores consecuencias y que nos permitió comprobar los valores del jugador chileno, que no dudó en atravesar la pista para interesarse por el estado de la joven.

Pese a la eliminación, Jarry igualó en Miami su mejor resultado en un Masters 1.000, ya que hasta ahora solo había llegado a los cuartos de final de torneos de este calibre en una ocasión (Shanghái, 2023).

En horario nocturno de partido importante, Jarry tenía frente a sí una lucha de gigantes no solo por la indudable calidad de Medvedev sino también porque ambos tenistas miden nada menos que 1,98 metros.

El único precedente entre ellos quedaba muy lejos: una victoria de Medvedev en Barcelona en 2019.

Jarry empezó con aplomo, exhibiendo seguridad en su saque y no dejando que le intimidara el escenario, pero Medvedev es uno de los rivales más rocosos del circuito, un tenista inagotable capaz de devolver golpes imposibles y que exige dosis extra tanto de paciencia como de precisión.

Un 15-40 en su segundo turno al servicio supuso el primer desafío importante para el de Santiago. Respondió bien salvando dos bolas de 'break', pero a la tercera mandó un revés a la red y perdió el saque (3-1).

Tenía Jarry a la mayoría del público a su favor y los fanáticos chilenos no dejaban de animarlo con gritos de "Vamos, Nico".

Sin embargo, estaba pagando carísimos sus errores ante un Medvedev impérterrito, implacable e imponente que no tuvo que afrontar ni una sola bola de 'break' en contra en toda la primera manga.

A Jarry le pedía su equipo que arriesgara más, pero se volvió a atascar en algunos errores muy poco oportunos y, con una derecha que se le fue demasiado larga, perdió una vez más su servicio y Medvedev cerró el primer set en 32 minutos (6-2).

No bajó los brazos el chileno, que llevó a su rival al tiebreak en el segundo set. Allí, una serie de errores no forzados le acabaron costando el set y el partido.

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