Son tiempos en los que hay que ir con pies de plomo. En todos los sentidos. Cualquier comentario corre mundialmente como la pólvora, no siempre en el sentido original de su emisora, ya sea por una explicación propia confusa o debido a la tendencia general a atizar la polémica haya más o menos fuego que prender.
La vigente campeona del WTA 1000 Mutua Madrid Open, la bielorrusa Aryna Sabalenka, 25 años y número dos mundial, tuvo trabajo extra dentro y fuera de la pista.
Sufrió en el inicio de la defensa de la corona. Derrotó a la polaca Magda Linette por 6-4, 3-6 y 6-3 en 2h.09' de partido. La reina del Open de Australia reconoce que ha bajado un tanto su nivel respecto a sus grandes rivales del circuito. "Más que un Big3, el último mes ha sido un Big2", cediendo la iniciativa a la polaca Iga Swiatek y la rusa Elena Rybakina.
En dieciseisavos se enfrentará a la británica Katie Boulter o a la estadounidense Robin Montgomery.
Antes, acudió a la sala de prensa dispuesta a cerrar el lío montado en Madrid con sus declaraciones previas al comienzo del torneo. Dijo que prefería ver tenis masculino, no sentó bien entre quienes consideraron que había desmerecido a su propio tenis femenino.
"No quería hace daño al tenis femenino. No. Estamos haciendo nuestro mejor esfuerzo y, sí, hay muchos partidos geniales. Si no me gusta ver tenis femenino es porque juego contra todas ellas, y me gusta cambiar de panorama", significó.
Apuntó que, por razones profesionales, "ya veo mucho tenis femenino para ver a mis rivales, antes de los partidos".
Quiso aclarar que "no es que no me guste o que intente ofender lo que hago, ¿sabes? Solo estaba tratando de decir eso porque estoy jugando allí y es demasiado para mí, solo estoy tratando de ver tenis masculino. Para mí es más divertido que ver a mis futuros oponentes en el torneo”.