Cuando él pululaba por las alturas del ranking, en 2020 y 2021, la media del top-10 mundial era de 1,90 metros de estatura y 84 kgs de peso, prueba de que un buen chasis ayuda mucho para destacar en el mundo del tenis.
Él mide 1,70 m y pesa 64 kgs, es decir, 20 centímetros y 20 kgs menos, pero su ejemplo es otro más que demuestra que los tenistas bajos y livianos también pueden sacar provecho de sus condiciones y brillar en la élite. Llegó al nº 8 mundial y las semifinales de Roland Garros de 2020, un tipo amable y muy querido en el mundo del tenis que acaba de anunciar su retirada del tenis.
Diego Schwartzman, de 31 años y ahora 142º del ranking, lleva un tiempo sin encontrar la tecla adecuada para recuperar su nivel de antaño y ha decidido poner punto y final a su carrera. Lo hará en febrero de 2025 en el torneo de su ciudad natal, Buenos Aires, allí donde consiguió en 2021 su cuarto y último título ATP.
Schwartzman, enfrascado ahora en las fases previas, ha perdido este año los seis partidos que ha disputado en cuadros grandes del circuito ATP.
Lejos quedan sus mejores días, cuando fue capaz de ganar a Rafa Nadal y llegar a la final del Masters 1.000 de Roma de 2020, donde cedió ante Novak Djokovic, o vencer a continuación al mejor Dominic Thiem y alcanzar las semifinales de Roland Garros, donde le frenó Nadal. En aquel partido de cuartos en París ante Thiem, el argentino se impuso por 7-6, 5-7, 6-7, 7-6 y 6-2 después de 5h.08' de batalla.
"Qué viaje. Cuántos momentos que jamás imaginé. Cuántas anécdotas que jamás soñé, cuanta gente conocí que me ayudó a crecer, que me enseñó tanto, que me convirtió en un jugador y una persona mucho mejor de lo que alguna vez alguien creyó que sería incluyéndome", escribe Diego en su carta de despedida.
"Cada rincón de la cancha, cada segundo entrenando, cada punto compitiendo, cada momento fui inmensamente feliz. Lo viví con tanta intensidad que hoy me resulta difícil mantener. Todos esos momentos tan lindos se han convertido en algo que hoy lleva peso y me cuesta seguir disfrutando plenamente", añade el argentino.
"Por un lado, dejar una vida que me dio tanto es una decisión demasiado difícil. Pero por otro lado, lo feliz que fui jugando al tenis me impulsa a seguir queriendo mantener la sonrisa dentro y fuera de la cancha como siempre hice", dice Schwartzman.
"Sin embargo, hoy esa sonrisa por momentos me cuesta encontrarla. En mi interior, un animal competitivo me impide disfrutar, jugar y viajar como solía hacerlo. Quiero que mis últimos torneos sean una decisión propia. Que este 2024 sea de esa manera. Ojalá teniendo la oportunidad de competir en los torneos que más disfruto. Y en 2025, en Argentina, poder tener mi momento final, el más hermoso cierre que pueda imaginar", continúa el tenista, agradecido con todo el mundo.
"Lo viví con tanta intensidad que hoy me resulta difícil mantener"
Diego SchwartzmanTenista ex top-10 mundial
"A mis entrenadores, preparadores físicos, fisio, Luchito Spena, mis rivales, compañeros. A mis amigos que los amo. Mis hermanos y mis viejos que desde chiquito volamos demasiado alto cumpliendo sueños en familia y sin ustedes nada hubiera sucedido", explica Diego.
"Euge, que es la mejor compañera que me podía tocar para compartir la vida, y Pico, que fue un gran Guía desde que tengo uso de razón en mi carrera. Gracias, gracias de corazón", indicó el argentino.
"El tenis me ha dado todo lo que tengo y mucho más que llevaré conmigo para siempre. Fue un viaje maravilloso y ustedes fueron una parte vital de él. Por eso quería comunicarlo acá y agradecerles porque El Peque tuvo una vida de gigante", apunta el bonaerense.
"Pelotita. ¿Qué puedo decirte para cerrar? Me hiciste correr demasiado, reír, llorar, viajar y conocer. Me diste mucho y es hora de pasar a otra etapa. Nos vemos pronto tenis. A seguir transpirando hasta la última gota y trabajando como profesional hasta el último punto que me toque jugar en una cancha", concluye Schwartzman su carta.