Una de cal y otra de arena. Alex de Miñaur vivió en apenas 24 horas las dos caras del tenis en el Barcelona Open Banc Sabadell-Trofeo Conde de Godó.
Tras derrotar el miércoles a Rafa Nadal en un gran partido que puso fin a la trayectoria del campeón más laureado de la historia del torneo, el jueves el australiano se vio apeado de la competición tras caer en octavos de final contra el francés Arthur Fils por 7-5 y 6-2 en un duelo cargado de momentos de tensión.
Y es que el australiano se las tuvo con la grada, bueno, con un pequeño grupo de aficionados franceses que le increpaba continuamente de forma muy futbolera en la pequeña y cerrada Pista Andrés Gimeno.
De Miñaur se mostró descentrado durante buena parte del partido y al final soltó toda la tensión que había acumulado dirigiendo una peineta a la zona de la grada donde estaban esos aficionados franceses.
Un mal final para un jugador que siempre se caracteriza por su corrección, tanto sobre la pista como fuera de ella.
Fils, por su parte, a sus 19 años otro joven tenista con hechuras de gran jugador y ya nº 36 del ranking, también cuenta en su equipo técnico con el extenista catalán Sergi Bruguera, cuyos consejos sobre tierra son muy bienvenidos al tratarse de todo un bicampeón de Roland Garros (1993, 1994).
Fils buscará este viernes una plaza en semifinales contra el serbio Dusan Lajovic, también dirigido por otro entrenador catalán, Josep Perlas.