La actuación del colegiado Munuera Montero en Anoeta fue, cuanto menos, cuestionable, como viene siendo habitual cuando arbitra a los realistas desde el famoso 'Todo OK, José Luis' que dio la vuelta al mundo pese a que el árbitro acertó, y que le ha condicionado desde entonces. Esta vez el árbitro anuló el gol de Kubo por una falta de Barrenetxea que vio en directo y decidió no sancionar pero que revisó en el monitor para cambiar su decisión. Pero hubo más, con hasta tres grandes acciones perjudiciales para la Real. No acabó contento ni Imanol, que afirmó en rueda de prensa que no le parecía falta y que "en Champions no se pita".
El trencilla decidió ser permisivo tanto con Tchouamení como con el joven Arda Güler. El francés hizo dos faltas de amarillas claras que no fueron sancionadas. Por su parte, el turco pudo marcharse al vestuario antes de tiempo hasta en dos ocasiones, pero el árbitro le perdonó la segunda amarilla. La más clara fue cuando tiró a puerta desde el medio campo tres segundos después de que el árbitro pitase falta. Hasta Ancelotti lo vio claro, que aceleró el proceso de sustitución para evitar quedarse con diez. Por si fuera poco, Munuera Montero dejó pasar un penalti por mano de Carvajal que sólo protestó Becker, pero que el experto arbitral 'Mr. Asubio' considera claro. "Iba Becker conduciendo el balón y Carvajal con su brazo separado y alejado desvía la trayectoria del centro con su mano. Por tener la mano separada y alejada, e incluso hay movimiento de la mano hacia el balón, penalti".