LO DE LAPORTA CON MESSI NO TIENE PERDóN

Más allá del dinero, un futbolista que oriente ahora mismo su futuro hacia Arabia Saudí o EE. UU. no puede ser, en ningún caso, la bandera de un equipo que aspire a ser campeón en Europa. Podemos estar hablando de un buen jugador, que no es poco, o puede haberlo sido, que tiene mucho mérito. No más.

Repasen la lista de estrellas en el exilio en estos retiros espirituales y comprobarán que los que van a mandar en la próxima década en este negociado (Mbappé, Haaland, Vinicius...) aún siguen entre los vivos. Cristiano ya no pudo dominar en nuestras ligas hace tiempo, Benzema se acaba de bajar del pedestal porque su cuerpo también le manda señales y a Messi ya sólo le valdría para mantenerse en las alturas fichar por el City y en ningún caso luchar contra él. Con Neymar veremos. Hay que dejarle que repase tranquilo estos días el calendario y que analice lo que le permitirá llevar a cabo el Carnaval.

Duele que el Barça haya querido ilusionar a su hinchada con un regreso al pasado.

Ver vestido a Leo de nuevo de blaugrana hubiera sido entretenido. Por la ilusión que despierta en el culé y debido al miedo que infunde al madridismo. Estos años, sin él, han caído más de una y dos siestas. Poder disfrutar de su fútbol cada tres días, de cerca y no de vez en cuando -como estos dos años en el PSG-, hubiera sido un regalo divino. Nadie juega al fútbol como él. El único que se acerca a ese nivel superior es la peor versión de sí mismo. Caminando, le da para ser más desequilibrante que la mayoría. Así que sí, no soy necio: hubiera seguido marcando y asistiendo; como falso nueve, diez o mediocentro. Sin embargo, lo que pueda ser mejor para cada uno de nosotros no significa que hubiera sido lo mejor para un club ajado y un equipo en construcción que aspiran a lo máximo: volver a ser.

El fichaje de Messi por el Inter de Miami, por doloroso que parezca, debería tranquilizar al personal en Can Barça. La certera hoja de ruta que arrancó con una Liga y una Supercopa de España esta campaña, arrebatada al mismísimo Real Madrid, podrá seguir su curso, ya que la nueva tendencia no ha hecho más que empezar. Si aun así, persiste la inquietud al verle con otros colores, piensen que los partidos del más allá tienen menos cabida en nuestros televisores que los del Mirandés o mi Albacete.

Laporta vuelve a salir trasquilado de este enésimo culebrón en el que ha tirado otra vez de las estrictas leyes de LaLiga como si fueran las de Newton o Mendel. Y en este caso, el desembarco del argentino en un campeonato tan pobre -que sólo tiene dinero- es la mejor noticia que pueda llegar a este lado del planeta. Si todos los planes actuales del presidente salieran como pretende, esto hubiera sido desde hace tiempo la versión extendida de el Camarote de los Hermanos Marx. No le importa el largo plazo. Con el marrón heredado de Bartomeu, lo que de verdad le deja sin dormir es achicar agua y salir a flote como sea en mitad de la ansiedad. El último comunicado es una oda al mal gusto. Y que Alemany, Jordi Cruyff y Deco hayan coincidido por los pasillos sin saber muy bien adónde ir, no es una anécdota sin más sino el resumen de la falta de criterio.

Aquel Jan triunfal de la primera época ha mutado en una versión desmejorada, de serie B, sensiblona, a un paso siempre del desborde, y que si hace algo de gracia aún es porque lo único que le sobra es el salero. Salir como salió de la crisis Negreira sólo lo hace Juan Tamariz. Pero haber jugado más tiempo con la gente, ilusionándola con Leo para cubrir el expediente y expiar pecados, es imperdonable. Mi padre, culé de pura cepa, dice que para qué va a volver Lionel... pero todos los días andaba preguntando.

Los guiños de Xavi en los últimos tiempos, por su parte, espero que simplemente fueran de cara a la galería. Intuyo que alguien que ha sido clave en la carrera de Messi, abasteciéndole de magia tantas noches, no podía airear lo que tiene en la cabeza cualquier técnico con criterio. ¿Quién no querría a un campeón del mundo en su plantilla? ¿Quién estaría dispuesto a decir públicamente lo contrario? Guardiola (recuerden con Ronaldinho) sólo hay uno. Haber logrado, como Xavi, que el equipo no sólo sea un grupo de virtuosos -con gente que encara y se atreve sin mirar antes y después el dedo acusador- no podía olvidarse y caer en saco roto. Son muchos meses de trabajo y muchos años de esperanza.

El aficionado perdona la derrota. Ahí están la Champions y la Copa de esta temporada. Dos nuevas desilusiones que no han frenado una emocionante rúa por LaLiga. Con lo que no se puede más es con las formas. Y aquí, ganar casi todos los días con soltura y luego caer en las noches claves con un líder impotente, mientras otros diez súbditos persiguen sombras contrariados, ya no hay quien lo soporte. El tiempo no perdona. A nadie. Quien quiera mezclar balón y flotador en el ocaso, que lo haga. Faltaría más. Contar millones no es mal pasatiempo mientras los demás recordamos su legado sin miedo a mancharlo más. Pero que, pese a la torpeza del Barça de dar pasos atrás sin garantías de éxito, no cunda el pesimismo. Entre Messi y Laporta nos queda Pedri.

2023-06-08T12:08:21Z dg43tfdfdgfd