Una joven periodista deportiva de 24 años denunció días atrás a cuatro futbolistas de Vélez Sarsfield (Sebastián Sosa, José Florentín, Braian Cufré y Abel Osorio) de haberla agredido sexualmente el 3 de marzo en la habitación de un hotel en Tucumán. Sosa quedó en libertad (previo pago) por ser "partícipe secundario" del hecho. Los otros tres seguirán bajo régimen de prisión domiciliaria.
Ahora se ha sabido la desgarradora versión de la denunciante: "Para mí esto va a ser mi prisión, porque mi vida es un infierno y una cárcel desde hace tres semanas. Ellos están fuera y yo tengo miedo de que se fuguen. Los medios económicos los tienen y las posibilidades también. No me parecería justo", empieza diciendo.
"Con los mensajes que filtraron todos han visto mi cara, conocen mi DNI y saben dónde de vivo. Tengo miedo de ir sola por la calle. No solamente me han quitado la dignidad y la sexualidad, me han quitado la carrera, los sueños, la felicidad, la sonrisa y sobre todo, las ganas de vivir pero sigo viva y sigo más fuerte que nunca y voy a seguir luchando para que se haga justicia".
La periodista admite que "yo acepté voluntariamente ir a un hotel con cuatro personas, pero yo en ningún momento digo sí ‘fiesta loca para todos’. Nunca fueron mis palabras. Yo di mi consentimiento para ir voluntariamente, pero todo lo que pasó después no estuvo consentido", subraya. La joven dejó claro que deseaba que les den prisión preventiva a los jugadores: "A mí me parece muy injusto que estas cuatro personas sigan con su impunidad cuando mi vida es un infierno. Porque no es como dicen ellos que su imagen pública está perjudicada, que no puede ir a ningún lado... ¡Yo tampoco puedo hacerlo!".
Y dejó caer su frase más desgarradora: "Yo ya no tengo nada en la vida, no tengo privacidad, no tengo identidad, no tengo intimidad, no tengo absolutamente nada, solamente tengo mi vida, es lo que me motiva a seguir y a pelear por mí y por todas las que venimos atrás”"