El 18 de abril de 2017 el Real Madrid ganaba al Bayern en el Bernabéu (4-2) y certificaba su pase a las semifinales de la Champions por un global de 6-3, después de una agónica y polémica prórroga en el partido de Chamartín. Aquel día, el colegiado húngaro Viktor Kassai se erigió en protagonista del duelo.
Y no por una sola decisión, sino por tres: sacarle a Arturo Vidal una segunda amarilla en el 84' cuando el jugador había arrebatado limpiamente el balón a Marco Asensio, condenando a los germanos a jugar la prórroga con un hombre menos; y dar por buenos dos goles de Cristiano Ronaldo en ese tiempo extra en claro fuera de juego.
En el banquillo del campeón alemán se sentaba un tal Carlo Ancelotti, que en rueda de prensa no dudó en opinar abiertamente sobre las decisiones del colegiado. Y lo hizo con un nivel de crítica que, ya como técnico del Real Madrid, no ha 'rescatado' cuando, como este miércoles, le tocó vivir la misma situación pero desde el otro bando, el de los beneficiados.
Aquel día, en la sala de prensa del Bernabéu, el italiano aseguró que "hay decisiones que nos han penalizado mucho, honestamente: la tarjeta de Arturo (Vidal) no era tarjeta y después los dos goles de Cristiano eran fuera de juego".
Y prosiguió: "Claro que no estamos contentos. Creo que en un cuarto de final tienes que meter un árbitro que... no sé, con más calidad, creo. Es el momento de poner el vídeo porque hay demasiados errores. El árbitro no ha estado a la altura y ha decidido la eliminatoria: si no hubiera fallado nadie sabe qué habría pasado".