EL SEVILLA SOSPECHA DEL ASTON VILLA EN EL ADIóS DE MONCHI, QUE SóLO SALDRá GRATIS SI NO SE VA A OTRO CLUB

El divorcio entre Monchi y el Sevilla está cada vez más cercano. Ni el periodo de reflexión ni los intentos por acercar posturas de las últimas horas han dado resultado y el director general deportivo sigue convencido de su adiós a la entidad de Nervión, una cuestión a la que no se oponen los dirigentes, pero con matices. Separar los caminos no es un asunto sencillo para que todas las partes queden satisfechas y que no queden heridas por el camino.

El arquitecto de los grandes éxitos del Sevilla entiende que su ciclo se ha terminado, tras el enorme desgaste que ha supuesto esta última temporada, y que bastaría con esa decisión personal para abandonar la entidad. Pero en el club siguen agotando todas las posibilidades, tanto para una posible (cada vez más lejana) marcha atrás de Monchi como también para cubrirse las espaldas. Si el director general deportivo quiere irse a descansar sólo tendría que comunicarlo de esa manera para que el club le abra las puertas. Eso sí, en el caso de que finalmente aceptase la propuesta de otro equipo, el de San Fernando tendría que abonar la cláusula de rescisión que marca su contrato de 3 millones de euros. Que fuera el propio Monchi quien asumiera ese coste de poner punto y final a la relación.

Y es que en el Sevilla creen que hay algo más, y sospechan que el Aston Villa le habría realizado una propuesta a Monchi que podría iniciar así una aventura en la Premier, uno de esos retos que siempre lo motivaron. La presencia de Unai Emery sería un factor clave para convencer al de San Fernando, después de que la opción de Mateu Alemany se viniera abajo cuando el acuerdo parecía una realidad. El deseo del entrenador vasco es la de contar con una estructura de confianza en el club inglés, de ahí que haya pensando en Monchi como el hombre ideal para el proyecto, después de la magnífica relación que ambos establecieron en el club de Nervión.

Pero antes que nada Monchi y el Sevilla deben separar sus caminos. Y no está siendo una cuestión sencilla para ninguna de las partes. Las rencillas del pasado reaparecen en el momento de poner fin a la relación. Ni para los dirigentes es sencillo prescindir del director general deportivo, que cuenta con el apoyo de casi todo el sevillismo, ni tampoco para Monchi es fácil abandonar por segunda vez el club de su vida. Lo que todos tienen claro, es que esta situación no puede alargarse por el bien de la entidad y de una planificación que debe estar a la altura de una nueva temporada en Champions.

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