EL OPORTUNISMO BARATO CON PAU CUBARSí

Desde el mismo momento en el que Pau Cubarsí confirmó las magníficas sensaciones de su debut en Salamanca, todos éramos conscientes de que había gente esperando, agazapada. Lo que quizás no imaginaban estos 'haters' de todo lo que rodea al Barça era que el chico aguantara, con 17 años recién cumplidos, a un nivel de fiabilidad tan alto y durante un tiempo tan sostenido.

Si la irrupción de Lamine Yamal había sido un 'boom' sideral cuya onda expansiva llegó con virulencia también a la selección, era difícil que la 'caverna' estuviera dispuesta a 'aceptar' una segunda aparición adolescente de tal calibre. Y esa convocatoria de Luis de la Fuente el 15 de marzo escoció sobremanera en Madrid. Se calificó de prematura, de favorecer al Barça, de injusta.

UNA CANTERA SOBRADAMENTE PREPARADA

Lo que evidenciaba era, por un lado, el magnífico trabajo que se hace en La Masia. No es casualidad que Fermín, Gavi, Lamine, Cubarsí, Héctor Fort o Marc Guiu hayan tenido protagonismo y hayan respondido así de bien cuando han sido llamados a filas. Influye, lógicamente, el contexto que vive el club y las inclemencias en forma de lesiones.

Pero es innegable la apuesta de un y otro club por la cantera y la enorme diferencia en cuanto a incidencia y relevancia. regresando a esos primeros partidos de Pau, Xavi ya venía detectando algo distinto en el chico. Lo que seguramente no esperaba era un rendimiento tan inmediato y destacado y de una forma tan sostenida.

Pau pasó de ser un debutante imberbe a convertirse en el central con más influencia en el juego del equipo. Una salida limpia, atrevida. Una lectura del juego única. Empezó a enlazar titularidades y a acumular minutos. Y el chico no fallaba. Y no dejaba de evolucionar en su juego y de hacer mejores a los demás.

Ahí entró ese mal endémico de los periodistas de elogiar hasta el extremo y ensalzar sobremanera a chicos muy jóvenes. Entra en juego el entorno de cada futbolista y cómo canaliza ese sobreexceso de palabras bonitas. En el caso de Cubarsí, al chico, sencillo y campechano, se le ha visto sereno. Impertérrito. Natural.

UN GRADO DE FIABILIDAD NI MEDIO NORMAL

Todos éramos conscientes de que en algún momento iba a llegar un pequeño bajón. Algún error al menos, porque el grado de fiabilidad no era ni medio normal con 17 años. Y también sabíamos que ahí iban a saltar los oportunistas que esperaban agazapados su momento. Un oportunismo barato en un contexto ventajista. Y absurdo.

Estos dos últimos compromisos ligueros del Barça ha habido desajustes generales atrás. Ocho goles encajados. Y el zaguero gerundense ha salido en un par de fotos de goles. Se ha 'humanizado', por así decirlo. Suficiente como para que hayan aparecido ya los primeros artículos desde Madrid ensañándose. 'El hundimiento de Pau Cubarsí', podemos leer en un noticia reciente de 'OK Diario'.

Algo desmedido si ponemos en una balanza lo que ha hecho este chico de 17 años que hace poco más de tres meses que debutó con el primer equipo, siendo juvenil de primer año y con apenas un puñado de partidos de experiencia en Primera RFEF.

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