Una de las cuestiones que a buen seguro volverán a capitalizar el próximo mercado de fichajes del Atlético de Madrid tiene que ver con el futuro de Joao Félix. En el club colchonero andan preocupados por la situación del luso, habida cuenta de que este final de temporada se le está haciendo largo en el FC Barcelona.
Al final, más allá del hecho de que le marcase sendos goles al Atlético en los dos partido de LaLiga y más allá de algunos destellos en el cuadro catalán, como sucedió en su día en el propio equipo rojiblanco, los datos son los que son y marcan la realidad. Ni a las órdenes de Xavi Hernández, ni a las de Potter o Lampard, ni a las de Diego Simeone, el futbolista luso ha logrado hacerse con un puesto de titular indiscutible.
Las dos últimas temporadas han sido decepcionantes para él en este sentido. El cambio de aires a Barcelona no ha mutado esta circunstancia, aunque sí que pueda ser cierto que él se sienta más cómodo en el club, en la ciudad o con su actual relación con el entrenador. Todo eso no oculta que en lo magro, en la situación deportiva, el asunto no ha cambiado mucho de lo que vivió en el Atlético en la primera parte de la temporada anterior o en la segunda, en su cesión en el Chelsea.
Volvemos a lo mismo, detalles, destellos, algunos buenos partidos, pero una irregularidad que le ha alejado de ser un jugador indiscutible en ninguno de los tres equipos. Es más, es que en el Atlético de Madrid, en el curso pasado, tuvo un pequeñísimo porcentaje de más titularidades de las que ha tenido hasta la fecha en el FC Barcelona. En el cuadro culé no es titular desde la jornada 31ª, ante el Cádiz, cuando marcó su último gol hasta la fecha.
A las órdenes de Xavi ha sido titular en 24 de los 44 partidos que ha participado. Es un 54,5% de ocasiones. Cuando en el Atlético, en su primera parte de la campaña anterior, esa que parece querer olvidar porque no lo pasó bien según comentó, fue titular en el 55% de los partidos, en 11 de 20. Pero es que, además, en su cesión en el Chelsea, ese porcentaje bajó al 52% de los partidos, 11 de 21, si bien es cierto que estuvo sancionado tres encuentros por su expulsión en su debut con el cuadro londinense.
En cuanto a minutos volvemos a encontrarnos con una situación muy similar. Puede parecer que los escenarios cambian mucho su situación, pero la realidad es la que es. En el Atlético, en medio curso sumó 954 minutos. En la segunda parte de la temporada, en el Chelsea otros 1.187 minutos para un total en la temporada, de 2.141 minutos.
Ahora, en el Barça, a falta de cuatro partidos, lleva 2.066 minutos. Dependerá de lo que aporte en estas últimas jornadas superar los minutos del curso pasado. Pero aunque lo haga, tampoco le dará ya tiempo para que sea una cantidad muy significativa como para que nos lleve a pensar que el Joao que se vio en el Atlético o en el Chelsea dista mucho de éste del Barça.
Tampoco en su aportación. De rojiblanco, en media campaña, hizo cuatro goles y dio tres asistencias; en el Chelsea, cuatro tantos y una asistencia. Total, ocho goles y cuatro asistencias. En el Barça lleva hasta la fecha 10 goles y seis asistencias, dos tantos y dos pases de gol más. No parecen unos datos que marquen definitivamente una mejora para tirar cohetes.
Y la cuestión aquí es saber si suponen dicha mejora lo es como para que el FC Barcelona se líe la manta a la cabeza e invierta por un jugador que, como muestran los datos, no ha dado ese salto de calado que todos esperaban. El Atlético está a la espera con varias premisas. La primera, que tiene contrato hasta 2029 con el club colchonero. La segunda, que en esta ocasión no permitirá que la negociación se vaya al final del mercado para evitar que las condiciones le sean perjudiciales como sucedió en el curso pasado. La tercera, que hay Eurocopa de por medio y eso puede ayudar a que el jugador se revalorice algo. La cuarta, que la idea del Atlético pasa por vender al jugador. La cantidad que está en la cabeza de los rectores colchoneros se mueve en torno a los 60 millones.
Las informaciones sobre un posible regreso del futbolista van más en la línea de presionar al propio Barcelona para que invierta en él o para los que lo quieran hacer, que en un deseo loco por tenerle de nuevo en el vestuario. Simeone no quiere lidiar otra vez con un asuntó que enturbió la preparación en el verano pasado. Y por descontado que Joao Félix no quiere volver mientras el Cholo sea el técnico. Si no hay más remedio, el Atlético le volvería a acoger, pero ya decimos que ahora mismo es el supuesto que menos se desea en el Metropolitano.
En el Atlético entienden que si, realmente el FC Barcelona quiere al jugador, como ha venido diciendo públicamente, tiene que hacer un esfuerzo por él. En el Metropolitano ni se entiende ni gusta que se hablen de posibles inversiones como jugadores como Kimmich, Bernardo Silva, Dani Olmo, Williams o el propio Joao Cancelo para quedárselo, y de manera paralela se deslice que no hay dinero para Joao Félix.
Pero es que más allá de todo eso, si el escenario del Barcelona no es como le gustaría al Atlético, está la opción sobre la mesa de que el jugador sea moneda de cambio para los rojiblancos en alguna operación que pueda interesar, que tampoco se descarta ahora mismo.