De forma más inesperada para unos y menos para otros, el pasado miércoles se producía una noticia que acapararía para sí toda la actualidad zurigorri. Iker Muniain, el capitán que hace escasas fechas tenía el honor de levantar la vigesimoquinta Copa 40 años después de una leyenda como Dani, comunicaba que a final de temporada dejará el Athletic.
Para algunos todavía le quedaban cosas que aportar tanto en el verde como en la caseta a modo de referente para quienes llegan. Para otros su relevancia es ya testimonial y si ahora ya juega poco, el próximo año con el mismo míster (todos apostamos porque seguirá Txingurri) seguramente lo haría menos.
Su juego y personalidad no han estado exentas de controversia, pero hay algo indiscutible incluso para quien ya no le vea cabida en un Athletic que juega a algo donde cuesta ubicarle: sus números. Gozó de la confianza de muchos y muy variados técnicos. No se lo ha regalado nadie, se lo ha ganado él.
Quedan dudas sobre si era el momento, no sobre la forma y estilo pues han sido impecables. Quien fuese bautizado por el gran Iragorri como Iker ‘Young Boy’ Muniain se nos ha hecho mayor y vuela hacia otros pagos. Suerte en su nuevo destino y, sobre todo, que disfrute y sea feliz en estos años que le queden como futbolista. Eskerrik asko!