EL MEJOR MADRID

El Madrid lleva una temporada perfecta por números y títulos (dos de dos hasta la fecha), aunque las mejores sensaciones las había dejado en el primer trimestre, hasta Navidad. Luego atravesó alguna turbulencia, pero supo estar en la Copa en el día D y la hora H. En la siguientes semanas se desconectó algo con el liderato europeo amarrado, récord incluido (27 victorias), y ahora le tocaba repuntar en un momento cumbre del curso. Ese cambio de marcha no siempre resulta sencillo, pasar de planear a forzar motores provoca incertidumbre a que algo salga mal. ¿Y saben, qué? Primer partido de playoff y el equipo voló alto. Descolocó de su montura al Baskonia en el primer cuarto y lo descabalgó en el tercero. Dejó así espacio al récord de Llull, a sus 624 triples en la Euroliga en 15 años y medio, desde que metiera el primero en octubre de 2008, uno más que Navarro.

Bonito colofón a una notable actuación colectiva con la que logró que Markus Howard se parara en 15 puntos, que Costello no abriera el campo como otras veces, que Miller-McIntyre solo repartiera 5 pases…. Campazzo marcó diferencias sin grandes números, Musa y Hezonja (este solo jugó la primera parte por un golpe) dinamitaron con su tiro, Tavares y Poirier se erigieron en baluartes en la pintura y la vieja guardia siguió dando el callo (6 asistencias de Sergio Rodríguez), también Abalde como relevo del croata. Un 1-0 contundente (90-74), pero que vale lo mismo que uno agónico. No hay tregua porque el jueves llega el segundo asalto.

El Baskonia venía fuerte, con ritmo, había tumbado a su rival en el mismo escenario menos de tres semanas antes, todo eso azuzó la concentración de los jugadores merengues, también el recuerdo del playoff del curso pasado, esa fatal arrancada (0-2) que los forzó a recurrir a la heroica en Belgrado y en el quinto asalto. Una acumulación de cuestiones que hicieron que el Madrid saliera centradísimo, con su pólvora más explosiva de inicio: Campazzo, Musa, Hezonja, Yabusele y Tavares. La puesta en escena resultó magnífica, fluidez mayúscula en ataque y buena defensa, también cuando entró Markus Howard al rescate.

En pleno showtime, con Campazzo marcando el ritmo (un pase virguero a Yabusele para el mate, una entrada rompiendo por la zona…) el marcador se estiraba: 25-11. El marcaje a Howard era colectivo, con continuas ayudas que en ocasiones eran prácticamente un dos contra uno, pero en el cara a cara vimos a Hezonja, Rudy, Llull… Incluso a Campazzo, Musa y al Chacho en algún cambio; más tarde a Deck en la arrancada de la segunda parte, cuando el Facu forzó la tercera personal del estadounidense en una acción de pillo. Y, pese a todo, el santo y seña del baskonismo se las ingeniaba para sumar: 12 puntos en 10:58 en la primera parte, cuando se golpeó en la rodilla izquierda en un choque con Rudy y se quedó medio KO.

Con las rotaciones el Madrid se paró algo, pero volvió a arrancar con la vieja guardia en pleno. Un triple del Chacho (y 4 asistencias en 4 minutos) y otro de Rudy elevaron el +17: 42-25, minuto 15. El Baskonia reaccionó bien, ahí estaba un creciente Rogkavopoulos y, sobre todo, el empuje de Miller-McIntyre echó el freno para evitar un caída sin control por la pendiente (48-37).

La tendencia, sin embargo, era la tendencia y acabó por abrumar al Baskonia. El Madrid salió de tacos en el tercer cuarto como en el primero, a tope, frente a un adversario que acusó de golpe la fatiga mental y física de la última semana, la del play in. La sintió de lleno en piernas y cabeza por la impotencia de sentirse inferior esta vez, sin opciones. Un 1-0 muy contundente, pero que no es nada más que eso en un playoff donde los resurgimientos son moneda común. Deck, que agarraba a Howard, era el cambio en el quinteto por Hezonja, que no participó en la segunda parte por precaución después de recibir un golpe antes del descanso.

El Real era locuaz, atacaba bien, amenazaba mucho y desde diferentes sitios, mirando a Tavares dentro en las continuaciones, encontrando a Musa liberado en el triple tras el pase extra. Pim, pam, pum… Un triple de Yabusele ponía el +22 (la máxima llegó a ser de 24: 77-53). El duelo estaba roto, faltaba la traca final, la de Llull. Uno y dos triples en el último cuarto, el segundo, a falta de tres minutos y medio, para superar a Juan Carlos Navarro como el máximo triplista de la historia de la Euroliga, ahora 624 dianas en 403 partidos. Más leyenda, la que quiere seguir agrandando en estos playoffs y en esta Euroliga espoleando a sus compañeros.

.

Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todo el deporte en un solo espacio: la actualidad del día, la agenda con la última hora de los eventos deportivos más importantes, las imágenes más destacadas, la opinión de las mejores firmas de AS, reportajes, vídeos, y algo de humor de vez en cuando.

2024-04-23T21:19:28Z dg43tfdfdgfd